Cuando un sitio Web se diseña para albergarlo en la Red, debe tener un objetivo marcado, y no construirlo porque sí y esperar resultados por casualidad.
En efecto, toda página de Internet debe hacerse y proyectarse con un objetivo, desde la simple satisfacción por enseñar o compartir aficiones y conocimientos, hasta vender un producto on line, pasando por la creación de marca de una empresa o el contacto con clientes para ofrecer servicio post-venta.
Definición del objetivo
Podemos englobar los objetivos de los diferentes sitios de la Red en cuatro distintos grupos:
– Objetivo personal o comunitario. En este caso, se trataría de una página personal, comunidad o bien de un weblog (formato diario o bitácora) que buscan compartir aficiones, conocimientos subjetivos o vivencias con los lectores del sitio.
– Objetivo informativo. Se encontrarían en este caso todas aquellos contenidos de tipo periodístico, científico o documental (incluido un buscador). Se busca transmitir al lector que entra en la página conocimientos, datos temáticos, radiografías de la actualidad o maneras de acceder a una tercera información en la Red.
– Objetivo empresarial. Ya sea para vender, crear marca, informar sobre el catálogo de productos, ofrecer direcciones de compra o de reparación, mantenimiento u otros servicios relacionados. Siempre se trata de que la empresa satisfaga o se acerque de algún modo al cliente, o posible cliente, que llegue a la página.
– Objetivo social, religioso o político. La intenciones primera y última son las de influir en el visitante de una manera clara para que éste adquiera una determinada tendencia ideológica, espiritual o de interacción con su sociedad.
Mientras que en los dos primeros casos, el objetivo a cumplir entra dentro de la esfera interior del visitante: conocimientos, información, datos, etc, en los dos últimos la finalidad es la de provocar, bien una reacción, o bien un cambio en el usuario.
En consecuencia, se debe definir claramente el campo de objetivos de un sitio en Internet. Como regla general, sería imprescindible fijar un par de objetivos específicos para una página. A partir de ellos se diseñarán los caminos para cumplirlos.
Estos caminos se relacionarán con información útil, servicios de valor añadido o pautas de utilización que haga atractivo al usuario todo aquello que figura en la página, y por tanto que haga cumplir los objetivos prefijados.
Tengamos presente que cada elemento, información, gráfico o enlace debe jugar un papel acorde con los fines. Todo lo que sea superfluo y lleve al visitante hacia algo que no interesa, debe eliminarse. En cambio, todo lo que en mayor medida hace cumplir el propósito buscado debe potenciarse.
Ejemplo 1:
Una empresa fabricante de productos de cosmética se plantea dos objetivos con su nueva página: por un lado el objetivo de ofrecer y poner a disposición el catálogo de productos, y por otro, promover que las visitantes acuda a la tienda mas cercana para adquirirlos.
Una vez fijados estos dos objetivos se planea la línea de acción. Para el primero, en la misma home se resaltarán las novedades y los productos más vendidos, además de establecer un botón claramente visible para acceder al catálogo completo dividido por categorías. Para el segundo, incentivar la venta directa en tienda, se expondrán artículos semanales sobre trucos de belleza que utilicen cada uno de los productos.
Ejemplo 2:
Una empresa de hosting (albergue de páginas Web). Sus objetivos serán por un lado, la exposición y contratación de sus servicios, y el soporte a clientes ya existentes por el otro.
Para el primero, sería fundamental ofrecer en home la oferta semanal (siempre da resultado una oferta puntual y limitada en el tiempo), con un enlace claro hacía la página comparativa de todos los productos ofrecidos. Para el segundo, se ofrecerán noticias relacionadas con el servicio, nuevas extensiones de registros, consejos de posicionamiento en buscadores, etc, etc.
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