Este sistema para atraer, conseguir, mantener y convencer a clientes, es uno de los más eficientes, por no decir el más poderoso de Internet.
Una lista de correo no es más que un sistema por el cual un mismo mensaje se distribuye entre todos los suscritos a esa lista. Dentro de estas, se puede diferenciar entre las listas de discusión en las que cualquiera de los miembros tienen permiso para enviar mensajes, que pueden ser moderados (filtrados) por la figura del moderador, y las de tipo boletín, en las que sólo los propietarios y autorizados pueden remitir mensajes.
En estas últimas listas, en las que nos centramos, el editor ofrece artículos, contenidos, noticias, reportajes, enlaces y otras informaciones de interés para el suscriptor que ha elegido serlo voluntariamente, ya que le interesan los temas tratados.
El poder de este sistema se apoya en varios factores:
– Casi todos los usuarios de Internet lo son también del correo.
– Los suscriptores de las listas, si estas funcionan correcta y legalmente, reciben los mensajes porque así lo desean.
– Por tratarse habitualmente de listas con alguna temática específica los usuarios suscritos están altamente motivados hacia los contenidos comerciales relacionados que reciban.
Para que el boletín funcione bien es recomendable que actúe bajo un doble sistema de suscripción: el usuario introduce en una web su correo o envía un orden de suscripción a una determinada dirección, y posteriormente, confirma respondiéndolo, el mensaje que reciba para la activación. De esta forma, todos los suscriptores lo serán voluntariamente. También es preciso un sencillo procedimiento para darse de baja , que el editor debe anunciar claramente en cada número.
Es interesante recabar datos del suscriptor en una base de datos más amplia que la simplemente formada por direcciones de correo electrónico a fin de poder ofrecerle productos acordes a su perfil. No es lo mismo un estudiante que un ejecutivo, ni un aficionado al tema que un profesional. De esta forma podrá elaborar diferentes boletines con distintos contenidos y ofertas acordes a los lectores.
La lista la puede crear una empresa para ofrecer e informar sobre sus propios productos y servicios a los usuarios, o intermediarios que ofrecen espacio y artículos para productos de empresas anunciantes. En ambos casos, un boletín debe recoger los contenidos más interesantes para su audiencia a fin de conseguir la máxima atención para los mensajes y ofertas comerciales.
Como regla, no conviene abusar de las ofertas comerciales dentro del boletín, basando todo el contenido en ellas, sino que es necesario ofrecer artículos y otros contenidos con cariz objetivo que aporte valor añadido al lector. Este es inteligente y si percibe que sólo recibe publicidad y publicidad, se dará de baja inmediatamente.
Administración
Es imprescindible automatizar los procesos de alta y de baja, y también de distribución automática. Existen diferentes programas que hacen de gestor de listas que se pueden incluir en el propio servidor de la empresa. Otra opción es la de dejar la administración en manos de empresas especializadas que se encargan de optimizar todos los procesos.
Insistimos en que hay que facilitar al usuario el proceso de baja, con simple o doble proceso con confirmación. Puede surgir algún tipo de problema como que un usuario con varias direcciones de correo intente darse de baja con la que no está suscrita. En este caso suele ser habitual que el usuario manifieste su enfado al editor y que este no pueda hacer nada, ya que no puede adivinar las diferentes cuentas del usuario.
Otro problema preocupante que viene produciéndose últimamente, es que el usuario aprovechando el botón que contienen los sistemas de correo web que permite denunciar las direcciones que emiten spam (correo no deseado), lo pulsa para filtrar los boletines a fin de evitarse el “trabajo” de darse de baja. Estos sistemas de baja calidad como Hotmail o Yahoo no diferencian las listas de los mensajes spam y acaban privando a todos sus clientes de un determinado boletín.
Las listas de correo son un gran arma comercial debido a la atención que reciben de sus usuarios, pero hay que tener especial atención cuidado en mantenerlas y alimentarlas adecuadamente para no dar una mala imagen contraproducente.
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